Yo estaba muy cansado porque me había despertado a las 4 y media de la mañana pero como le había prometido la salida, cumplí. Y la verdad es que al rato ya me sentí bien porque la vi tan feliz a Oriana. En realidad las obras le gustaron, pero no se maravilló. Sí le gustó estar conmigo y mostrarme salas que yo no conocía (ella tampoco, pero el haberme dicho que entraramos en tal o cual sala la ponía muy orgullosa).
Luego seguimos viendo la exhibición y vimos a este Buda:
Cuando lo vio y advirtió que tenía los dedos medio y pulgar unidos haciendo un círculo (señal que está meditando), su interpretación fue que estaba por hacer un chasquido. Como esto es arte, cualquier visión es aceptable; al menos eso es lo que dicen.Finalmente vimos una exhibición de un artista coreano que hace casas tipo maquetas. La que más nos gustó fue esta:
En la foto no se ve. Lo que el artista hizo fue armar un edificio de unos tres metros de altura y luego lo cortó por el medio y lo abrió como un queso. Así, se ve, por ejemplo, una heladera que de un lado tiene la mitad de un galón de leche, y del otro lado esta la otra mitad. Nos quedamos un rato mirando como todo coincidía si se unieran ambas partes.
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