Yo estaba muy cansado porque me había despertado a las 4 y media de la mañana pero como le había prometido la salida, cumplí. Y la verdad es que al rato ya me sentí bien porque la vi tan feliz a Oriana. En realidad las obras le gustaron, pero no se maravilló. Sí le gustó estar conmigo y mostrarme salas que yo no conocía (ella tampoco, pero el haberme dicho que entraramos en tal o cual sala la ponía muy orgullosa).
De especial interés fue ir al bar del museo y comer un blueberry muffin con Coca Cola.Luego seguimos viendo la exhibición y vimos a este Buda:
Cuando lo vio y advirtió que tenía los dedos medio y pulgar unidos haciendo un círculo (señal que está meditando), su interpretación fue que estaba por hacer un chasquido. Como esto es arte, cualquier visión es aceptable; al menos eso es lo que dicen.Finalmente vimos una exhibición de un artista coreano que hace casas tipo maquetas. La que más nos gustó fue esta: